Una de las principales razones es que hay que tomar todas las precauciones antes de suministrar las vacunas a las personas.

Ryan dijo que “hay que ser realistas en cuanto a los tiempos. No importa cuánto aceleremos el proceso, hay que estar seguros que es efectiva la vacuna”.

“Estamos apurando todo lo que se puede, pero bajo ninguna circunstancia significa que vamos a tomar atajos en lo referente a la seguridad”, añadió.

Sus declaraciones van en contramano a las preparaciones de los laboratorios Moderna y la Universidad de Oxford, que son las dos instituciones más cercanas a terminar con el proceso de experimentación.

Incluso, una gran cantidad de países ya se anotó a la lista de distribución una vez que las vacunas estén listas, que probablemente será antes de final del 2020.

“Ninguna dosis será empleada antes de la primera mitad del próximo año”, indicó y recordó que hasta que no se tenga una certificación científica “ninguna vacuna es 100% efectiva”.

Mientras tanto, el covid-19 ya arrasó en el mundo entero y contagió a más de quince millones de personas, siendo Estados Unidos y Brasil los más afectados.